Morir Nunca

Morir Nunca - el conde de torrefiel
Morir Nunca - el conde de torrefiel

En 1991 Juan Pablo II modifica el tradicional Viacrucis. Desde entonces la vía dolorosa de Jesús culmina conla EstacióndeLa Resurrección.

Dios murió definitivamente en el Siglo XIX. Hubo que desalojar el Paraíso, y así abandonamos la posibilidad de recibir el gran Premio. Durante el Siglo XX nos conformamos con el accésit:la Esperanza. Laesperanza en algo que no se sabe bien qué es y aún así se confía. Ahora empezado el Siglo XXI se sabe que, por vivir, no se recibe ninguna recompensa. Participar de la existencia es una formalidad más. Nos queda festejar nuestra inmortalidad. El ser humano sigue imparable, haga lo que haga.

Nuestro júbilo y nuestra condena.

Un vídeo de el conde de torrefiel

Idea de Pablo GisbertTanya Beyeler