terminal, Heine y Christoph del colectivo deepblue nos presentan el cuerpo como un contenedor mediante el que pueden viajar las señales eléctricas o presencias. Entran y abandonan el cuerpo. Las señales pasan a través de la carne. Una presencia cargada de información. Solo son perceptibles los rastros de estos movimientos. En esta serie de performance trabajan con algunos de estos rastros, con los efectos de las presencias ajenas al cuerpo. El concepto de terminal se manifiesta por sí solo en el caso de una persona moribunda: el equipo médico seguirá midiendo cierta conciencia en forma de impulsos eléctricos, al tiempo que el cuerpo puede aparecer ya como un objeto muerto. A veces, una presencia ajena parece tomar el control de nuestro centro nervioso y una acción rutinaria degenera en la contracción nerviosa de los músculos.

El diseño de sonido encaja con esta idea de una presencia fantasmal, capturando, procesando y recordando a señales que viajan a través del aire, atravesando habitaciones, o atravesando cuerpos. La banda sonora para la performance se ha desarrollado aplicando múltiples procesos digitales a registros de error de sistema o de software. El concepto terminal també implica que los cuerpos se pueden comparar con unidades de proceso de datos, que calculan los flujos de entrada (inputs) para transformarlos en flujos alterados de salida (outputs). La relación entre el ojo y la lente de una cámara fotográfica es predominante en terminal. La entrada de datos visuales es fundamental en los mecanismos humanos para la adquisición de conocimiento: es una forma de procesar la realidad. En terminal el tratamiento de la información se desliza del uno al otro, de la máquina al hombre, a veces se fusionan en uno solo, también se separan y se confrontan.