Slow Down

Francia (2002)

El descoloque surge del sentimiento de entender perfectamente y aun así no haberlo entendido todo.

-Gilles Clément-

 

Slow Down pone en juego la presencia de un grupo. De 6 bailarines sólo aparecen 5. Una presencia desconectada de toda lógica excepto de la del tiempo, el espacio y la existencia. ¿Cómo estar aquí juntos en un espacio común?

entrada, baile con el ausente, travesía, nacimiento de una sonrisa, construir una cama, alguien respira, cuerpo colectivo, impulsos, el texto caído del cielo, sin saber hacia qué, respirar juntos, hacer sonidos, la mala noticia, concierto de ruidos, el cordón de felicidad, caer de cabeza, suicidios, canciones, fin.

Desde el principio estaba el deseo de ampliar el trabajo sobre la presencia, ya planteada en piezas anteriores, trabajando con un número de intérpretes mayor que el habitual en mi trabajo. Asimismo quería acercarme a lo específico, dar visibilidad a algunos detalles, otorgándoles otras proporciones, al igual que el cine lo hace con el primer plano. La idea del rostro como un signo de presencia, como el mediador en el encuentro con el otro. Siempre desnudo, sin embargo secreto, singular, como absorto en el interior. La idea de amistad con un sentido de percibir en el otro signos que nos revelan cosas, hay misterio y sonrisa en la amistad… Qué podemos inventar a partir de poner en juego a todos los bailarines en un espacio común y exponerlos a las miradas de los espectadores? ¿Cómo estar aquí juntos? ¿Qué dejamos ver o escondemos de nosotros mismos? Ausencia, esfuerzo, concentración, impulso, felicidad, cansancio, juego, camino, fracaso… Me gustaría jugar con la presencia desconectada de toda lógica o narración que no sea la de la  preocupación por 'el tiempo, el espacio y la existencia'. Siempre condicionada a un trabajo con un espacio frontal. Esta elección me lleva a cuestionar aún más el espacio entre bailarines y espectadores: ¿qué esperamos de la mirada del otro?  La idea de asombro en la búsqueda de una forma inesperada.

-Martine Pisan, 2001-

 

De los seis bailarines sólo aparecen cinco, en la línea de Ryoan-Ji, el jardín Zen donde sólo seis de las siete piedras son visibles desde cualquier punto de vista. Las diferentes 'escenas': hacer ruido mientras un extra camina en el escenario, imitar a un bailarín invisible, memorizar un texto filosófico sobre la memoria, dirigir nuestra atención no a lo que está escondido, si no a lo que parece que falta, su presencia apareciendo de manera indirecta. Los bailarines están rodeados por un área de 'backstage' (entre cajas), un fuera de campo total que afecta constantemente sus acciones. Como un pintor o un fotógrafo que trabaja dentro de los límites de un marco, o que utiliza una pared para obtener algo dinámico, Martine Pisani hace el espacio tangible. Convierte la barrera invisible entre el escenario y el mundo en un pasillo donde la interacción es posible. Puesto que esta danza se centra en el deseo de hacer presente, de personificar un eterno y provisional hic et nunc, ¿por qué no llevar esta noción de presencia más lejos, e investigar su significado? ¿Es acaso la emanación de una supuesta interioridad? La presencia explorada en Slow Down no proviene de un personaje (como cuando decimos que un actor tiene presencia). Si ampliamos el panorama, la presencia aparece a través de sus opuestos: ausencia, desaparición. Piensa en aquellas cortinas que se mueven en Bajazet. Presencia es un cuerpo más un camino, un sendero. ¿Qué sucede cuando éstos se disocian y a ambos elementos, el visible y el invisible, se les permite interpretar sus partituras por sí mismos?

-Frédéric Valabrègue, extractos-

Coreografía: Martine Pisani
Intérpretes: Christophe Ives, Théo Kooijman, Eduard Mont de Palol, Lola Rubio, Laurent Pichaud, Olivier Schram
Diseño de sonido: Olivier Renouf
Diseño de iluminación: Philippe Bouttier
Vestuario: Michèle Paldacci
Producción y difusión: Bureau Cassiopée
Producido por: La Compagnie du Solitaire
Coproducido por: Octobre en Normandie, Dieppe Scène Nationale y Le Vivat d'Armentières
Con la ayuda de: Direction Régionale des Affaires Culturelles d'Île de France, Ministère de la Culture et la Communication y de ADAMI