Colaboración del coreógrafo Vincent Dunoyer y la fotógrafa Mirjam Devriendt basándose en los Studios for Player Piano del compositor mejicano Conlon Nancarrow.
…fotografías que dejan una impresión perdurable; por la manera en que se presentan, adquieren todavía más fuerza, llegando a transformarse, con los cambios de ritmo y la progresión, en una completa coreografía en miniatura… Para el fotógrafo es algo así como cine hecho a mano y el coreógrafo se convierte en el mecánico de sus propios movimientos…
-Focus Magazine-